La venta de vehículos sigue marcada por la incertidumbre sobre los motores y la falta de Gobierno y baja otro 23% en agosto

Las empresas de alquiler de coches han sido las que han visto con mayor claridad la oportunidad que se abrió en agosto para la compra de vehículos, especialmente de los modelos que se tenían que liquidar antes del cambio definitivo de la normativa de homologación. Así, no extraña que este segmento se haya disparado hasta un nivel porcentual que sorprende, si bien en números absolutos no haya sido tanto, y ni mucho menos permite equilibrar la nueva caída de las compras por parte de los particulares.

Los 'rentacar' han aprovechado las buenas ofertas para renovar parte de sus flotas, y para ello han adquirido 175 unidades, lo que supone un 733% más que el mismo mes del año anterior. En el otro extremo, los conductores de a pie han puesto en circulación 1.383 turismos y todoterrenos, casi 700 menos que el mismo mes de 2018 (un 33,35% menos). También ha sido un mal mes para las empresas, que adquirieron 576 coches, una bajada del 17,00%. En total, el pasado agosto se matricularon 2.134 unidades, unas 650 menos que hace un año (-23,5%).

En el cómputo anual, hasta la fecha se han producido 22.789 operaciones, lo que representa un descenso de casi el 10%. De nuevo, son los particulares los que tienen más dudas, pues casi un 20% menos se han decidido a cambiar de vehículo, y sólo 13.050 se han decidido a dar ese paso, que supone uno de los principales desembolsos de las economías familiares. De nuevo, el principal lastre es la duda sobre el futuro del gasóleo: los coches diésel pierden un 50% y ya suponen menos del 25% de la cuota de mercado. Aunque los de gasolina también caen y sólo los considerados «ecológicos» se mantienen.

En su contexto

«Era lo esperado, no ha habido sorpresas e incluso dentro de los escenarios no ha sido el peor», explica Carlos Oliva, presidente de la Asociación Malagueña de Automoción (AMA), la patronal de los concesionarios de la provincia. Para calibrar lo ocurrido en su justa medida, el empresario recuerda que el año pasado las ventas crecieron un 40% y fue el mejor agosto de la historia, con casi 2.800 matrículas gracias a la liquidación de stock que se hizo por el cambio de los test de homologación de las emisiones. «Este mes también ha habido pero en menor escala, y ha ayudado por las matriculaciones tácticas (kilómetro cero) y el canal de 'rentacar', que ha aprovechado para comprar ahora por las ofertas».

A su juicio, dado el entorno de incertidumbre sobre el futuro de las motorizaciones y el temor macroeconómico, que frena la demanda, agosto «no ha sido tan malo». «Los últimos meses los descensos se van a moderar y equilibrar, estarán del 5 al 10% al final del año, si no hay imponderables».

Autor: Ignacio Lillo 

Fuente: Sur Digital (Andalucía)