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Medioambiente

Fuente:20minutos.es 23/03/2018.

A a hora de renovar un vehículo, cada vez son más los que se plantean elegir un eléctrico. Su precio es más competitivo a medida que pasan los años, y su autonomía aumenta en cada modelo presentado: hoy en día, algunos pueden realizar trayectos superiores a 500 kilómetros con una sola carga. A pesar de su normalización, el desembolso que suponen sigue siendo algo mayor que el de los coches propulsados por combustibles fósiles; no obstante, hay múltiples maneras de rentabilizarlo. El primer punto a tener en cuenta es el llamado plan MOVALT, puesto en marcha por el Gobierno para incentivar la compra de vehículos eléctricos o movidos por gas natural durante 2018. Las ayudas son considerables: oscilan entre los 5.000 y los 18.000 euros. Es vital pensar en un eléctrico como una inversión. El ahorro en combustible es sustancial, por ejemplo: los motores eléctricos son mucho más eficientes, lo que se traduce en un coste de uno a dos euros por cada cien kilómetros recorridos. En el caso de un gasolina o diésel, el precio no suele bajar de los cinco euros. Otro de los puntos a favor es la subvención existente para instalar un punto de recarga en las plazas de garaje, algo que hace más fácil contar con un coche eléctrico en un domicilio, tanto en viviendas unifamiliares como en comunidades con aparcamientos. Se complementa con el compromiso de diferentes comunidades y empresas en la implementación de estaciones de carga públicas, situadas en cada vez más puntos de nuestra geografía. Más ahorro: el de las ventajas fiscales, que en muchas provincias ya se aplican y que dan, por ejemplo, un descuento de hasta el 75% en el Impuesto de Circulación; y el del aparcamiento, ya que este tipo de vehículos no paga zonas de estacionamiento regulado en grandes ciudades como Madrid. Además, cuando en estas urbes hay picos de contaminación, los límites de circulación no afectan a los coches ecológicos. Un coche eléctrico también reduce las visitas al mecánico, ya que no tiene embrague, aceite o filtros, por lo que tiene que someterse a menos revisiones, tiene un mantenimiento más sencillo y sus averías son menos frecuentes. Crecimiento de ventas en toda Europa Aunque el coche eléctrico es todavía una opción minoritaria, las cifras de ventas aumentan año tras año en casi todos los países europeos. El porcentaje es desigual -en España las ventas supusieron tan solo un 0,4% de la renovación del parque en 2016, frente a un 19% en  Noruega-, pero la tendencia al alza es imparable. Según datos de Halo, el número de españoles que optó por un vehículo eléctrico en el año 2016 aumentó un 52% respecto al año anterior, algo que se replicó también en Francia -con una subida del 26%-, Holanda -con un 47% más- o  Reino Unido -con un más discreto 4%-. A nivel mundial, la compra también ha crecido en países como Estados Unidos, Japón o China. 

 

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